Una familia completa entregaron sus vidas a Cristo después que se abrió una iglesia en plena selva brasileña. Abuelos, hijos y nietos fueron bautizados juntos como resultado de obra misionera en el lugar.
En total fueron bautizadas 13 personas, de las cuales 10 eran de la misma familia. El hecho sucedió en la comunidad de Murutinga, a 17 km de la ciudad de Abaetetuba, en el estado de Pará, Brasil.
Misioneros comenzaron a compartir la Palabra en el interior de la selva hace 1 año y 8 meses, y establecieron una pequeña congregación ante todos los desafíos de la región, siendo la primera iglesia evangélica en el área.
Debido al proyecto de plantación de iglesias, coordinado por el pastor Euclides de Almeida y Cláudia de Cássia de Oliveira, también se plantaron otras dos congregaciones en la ciudad de Muaná, en la isla de Marajó, iniciando otra congregación el sábado pasado.
La celebración del bautismo se realizó en un arroyo, siguiendo protocolos para evitar la propagación del Covid-19. Entre los 10 bautismos de la familia Pantoja, se encuentran el Patriarca Prudêncio y su esposa Maria do Carmo; los tres hijos Rubenil, Rael y Romir (el primero en convertirse a Cristo) y los cinco nietos, todos hermanos: Rivaldo, Dirlen, Dielly, Robson y Riverson.
También fueron bautizadas madre e hija de otra familia, Neriane dos Santos Oliveira y Eulália y Maria Joana Costa Assunção.
“Qué bendición ver que la palabra de Dios ha llegado a muchas familias a través del trabajo de sus misioneros que avanza no solo en Pará, sino en todo Brasil”, dice una publicación de la Junta Nacional de Misiones de la Convención Bautista Brasileña.
Fuente: acontecercristiano.net
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