Apenas unas semanas después de enfrentarse a un intenso alboroto, los directivos de la Clínica Pediátrica de Género de Vanderbilt, en Nashville (Tennessee), han acordado suspender todas las cirugías de transexualidad en menores.
La noticia de la pausa llegó a través de una carta enviada al representante estatal de Tennessee, Jason Zachary (R).
«Estamos pausando las cirugías de afirmación de género en pacientes menores de 18 años mientras completamos esta revisión, que puede llevar varios meses», escribió C. Wright Pinson, subdirector general y jefe del sistema de salud del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt.
Pinson señaló en la carta que VUMC aseguró el consentimiento de los padres para cada caso que involucraba a un menor y declaró que no se habían realizado «procedimientos genitales».
El ejecutivo también se comprometió a proteger a los objetores de conciencia que trabajan en VUMC pero que tienen preocupaciones sinceras sobre la realización de tales tratamientos y cirugías, particularmente en menores. Se trata de una concesión digna de mención, dadas las declaraciones anteriores de la Dra. Ellen Clayton, profesora de la Universidad de Vanderbilt.
Como informó previamente Faithwire de CBN:
Una de las principales preocupaciones en asuntos como éste – particularmente cuando se trata de niños – son los derechos de aquellos que tienen objeciones sinceras y convicciones basadas en su fe.
El VUMC, por su parte, parecía ciertamente preocupado por que surgieran tales objeciones. Poco después de abrir su «clínica transgénero», el centro médico organizó una gran ronda de medicina, una presentación formal de un experto o panel de expertos sobre cualquier tema clínico, para discutir el tema.
En la conferencia de noviembre de 2019, la doctora Ellen Clayton, profesora de la Universidad de Vanderbilt, que imparte cursos de derecho, medicina, salud pública y genética, explicó al personal del VUMC que «no debería quedar sin consecuencias» si alguno de ellos se opusiera a realizar cirugías transgénero, como vaginoplastias y faloplastias, a los pacientes.
«Si vas a hacer valer la objeción de conciencia, tienes que darte cuenta de que eso es problemático», explicó Clayton. «Estás haciendo algo a otra persona, y no estás pagando el coste de tu creencia. Creo que es un… problema real».
Continuó diciendo que la carga de encontrar a otra persona para llevar a cabo esos procedimientos a los que se oponen recae en los «objetores de conciencia», no en el VUMC.
Matt Walsh, de The Daily Wire, que fue el primero en compartir la historia en sus canales de redes sociales, describió el cambio de VUMC como «una enorme victoria en la batalla para proteger a los niños de la mutilación y el abuso.»
«Estamos ganando la lucha contra uno de los mayores males que ha conocido la humanidad», dijo, según el medio de noticias conservador. «Pero la lucha está lejos de terminar».
El representante estatal de Tennessee, William Lamberte, se hizo eco de los comentarios de Walsh y Zachary.
«Me alegro de que el VUMC haya suspendido las cirugías de niños en su clínica para transexuales», dijo en un comunicado propio. «Esto es una victoria para la seguridad de nuestros niños, pero estamos comprometidos a garantizar que esto no vuelva a suceder en Tennessee».
Brent Leatherwood, presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa de la Convención Bautista del Sur, aún no ha respondido a la actualización de VUMC, pero fue uno de los primeros líderes cristianos en condenar al centro médico por su disposición a ofrecer procedimientos y tratamientos que alteran la vida y el cuerpo de los menores en nombre de la transexualidad.
Le preocupaba especialmente la aparente falta de voluntad de VUMC para acomodar a aquellos cuyas convicciones religiosas les impedían participar en dichas cirugías y terapias.
«Aplastar las convicciones de esas personas, especialmente cuando se trata de niños, debería ser una preocupación para cada uno de nosotros», escribió en septiembre. «Todo esto es específicamente por lo que los cristianos deben estar listos, en todo momento, para proclamar la bondad del diseño de Dios para el hombre y la mujer (Gen 1:27) y cómo ese diseño está destinado a nuestro florecimiento. Y estemos decididos a que ‘sólo Dios es el Señor de la conciencia'».
Y añadió: «Esto es lo que sustenta el trabajo de nuestra Comisión en nombre de nuestras iglesias para oponerse firmemente a cosas como el Mandato Transgénero y otras iniciativas relacionadas que amenazan los derechos de conciencia, la libertad religiosa y, como hemos visto aquí, causan un daño irreparable».
Fuente: Cbn.com
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