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Una familia se ha convertido en una prueba real de que Dios puede sanar a alguien en los momentos más duros, la prueba es su hijo, quien sobrevivió a un paro cardíaco de aproximadamente media hora.

Con una fe inquebrantable, John y Marcia Cater, ambos cristianos y padres de Christian, estudiante y atleta de dos deportes de la Escuela Cristiana de Portersville, tuvo un ataque al corazón mientras tomaba una ducha; sus padres al principio pensaron que era un objeto que se había caído, jamás imaginaron la siguiente escena, que sucedió en 2018.

Christian estaba en el suelo del baño y sin palpitaciones, su padre le daba resucitación cardiopulmonar esperando la llegada de los paramédicos; en un principio fue llevado hasta el hospital de la ciudad de Ellwood, pero más tarde fue trasladado en avión hasta el Hospital de Niños UPMC de Pittsburgh.

Dentro de un coma inducido, Christian estuvo un mes entero en ese hospital, sus padres viendo su estado solo se aferraron a la oración antes que creer en un diagnostico o antecedentes de casos similares.

“Sin saber nada mejor y sin antecedentes médicos, simplemente oramos”, expresó Marcia, quien es una ex periodista.

Para todo lo que significa tener un ataque al corazón, Christian jamás tuvo síntomas o algo parecido a un posible antecedente, a sus padres les dijeron que el chico había tenido un “paro cardíaco repentino”.

“Ni siquiera tuvo resfriados ni infecciones de oído, hay una diferencia entre eso y un ataque al corazón. Mientras que los ataques cardíacos son el resultado de obstrucciones que interrumpen el suministro de sangre al corazón, un paro cardíaco repentino ocurre debido a un problema eléctrico, donde el corazón funciona mal y deja de latir repentinamente”, explicó él.

“Después de 10 minutos en un paro cardíaco, las posibilidades de supervivencia son bajas y el riesgo de daño cerebral es alto”, continuó.

Pero su hijo es un caso especial, dado que la mayoría muere 10 minutos después de un paro cardíaco, Christian es un auténtico milagro, el cual solo es calificado así por sus padres sino por los expertos que lo atendieron; una de las enfermeras dijo que era “uno de los tres milagros principales” que ha visto en todos sus años de enfermería.

Su madre contó que aun con todos los exámenes médicos que le hicieron, Christian está completamente sano y es como si no hubiera vivido un episodio así, todo eso se lo atribuye a Dios.

“Pasó por todos los exámenes médicos y no encontraron nada. Le digo que el diablo trató de sacarlo y Dios dijo que no”, expresó Marcia.

Desde ese momento, el chico lleva un desfibrilador implantado en su cuerpo en caso de que el incidente ocurra otra vez y ha vuelto a su vida normalmente, quien ahora se prepara para estudiar administración mientras hace deportes y pasa gran tiempo de calidad con sus padres.

Tanto Marcia como John agradecen que su hijo esté de pie hoy a causa de las oraciones que hicieron no solo ellos, sino sus amigos, el personal de su colegio y a la Iglesia Metodista Unida de Concord de North Sewickley Township.

Dios cada día nos muestra cuan infinito es su poder, amor y fidelidad, los cuales se hicieron presente en este milagro.

 

Fuente: Cbn.com

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