Cientos de líderes eclesiásticos británicos y ministros pastorales han firmado una declaración “sobre la enseñanza cristiana ortodoxa clásica sobre el matrimonio, el sexo y la identidad”, llamada La Declaración del Amor Supremo.
La declaración enfatiza que “Dios diseñó el matrimonio como una parte esencial de su modelo para la vida humana en este mundo […] El matrimonio es la unión pública de pacto de por vida de un hombre y una mujer”.
Los firmantes “afirman el lugar esencial e inmutable de esta enseñanza en la teología cristiana, su fundamento en el propio ejemplo de Cristo de amor abnegado, y nuestro deber y compromiso como ministros del evangelio de defenderlo, enseñarlo y proclamarlo”.
“Nos comprometemos a acoger y amar a todos los que, como nosotros, no han llegado a este ideal. No discriminaremos ni trataremos a las personas de manera diferente sobre la base de las identidades sexuales o de género percibidas, porque todos son hombres y mujeres creados a imagen de Dios”, agregan.
“No renunciaremos al ‘Amor Supremo’ de Jesús”
La declaración alienta a los líderes de la iglesia a “no entregar el ‘Supremo Amor’ que Jesús nos mostró, y al que nos llama, para aceptar la versión mucho menor del amor que se centra en la satisfacción e incluso la adoración de uno mismo, la autonomía del individuo, y la creencia de que todos los deseos e inclinaciones sexuales son sagrados”.
“No aceptaremos que ninguna identidad percibida establecida por estas creencias justifique la desviación de la enseñanza cristiana sobre el matrimonio y el sexo. Esto no es, según los estándares de nuestro Señor, amor en absoluto, y es profundamente dañino para muchos, en particular para los niños».
Señalan que ni “la amenaza de sanción legal, ni de pena económica, ni de estigma social” les hará “abandonar el llamado de nuestro Señor a amar de esta manera, en materia sexual como en todas las demás, ni dejar de enseñarla, a todas las personas de todas las edades”.
Más de 1.000 firmantes
La declaración ha sido firmada por más de 1.000 ministros de la iglesia y alrededor de 1.600 simpatizantes hasta el momento.
Dave Gobbett, pastor principal de Highfields Church de Cardiff, y Matthew Roberts, ministro de Trinity Church de York, son los coautores de la declaración.
Ambos también fueron los impulsores de una carta enviada al gobierno el año pasado, advirtiendo sobre la prohibición de las terapias de conversión, que fue firmada por más de 2.500 líderes de la iglesia y otros 5.000 simpatizantes.
Fuente: Protestantedigital.com
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