La Iglesia del Calvario y la Iglesia Del Legado, ambas con sede en Albuquerque, Nuevo México, fueron multadas con $10,000 después de que funcionarios locales alegaran que ambas iglesias violaron las restricciones COVID-19 del estado
En una declaración enviada el viernes, un portavoz del Calvario sostuvo que la iglesia cumplía con las pautas de salud pública.
«Se desalentaba a las personas vulnerables de asistir, todas las demás filas se acordonaban en los amplios santuarios de la iglesia, se animaba el uso de máscaras y las unidades familiares que se unían, se sentaron juntas», explicó el portavoz. «También estamos seguros de que mantenemos niveles de capacidad de acuerdo con el orden actual de salud pública de nuestro estado».
El portavoz también señaló que el gobernador demócrata Lujan Grisham «nos elogió a principios de este año por nuestros esfuerzos, por lo que estamos especialmente conmocionados por la retórica incendiaria y politizada de la oficina del gobernador».
Las restricciones entraron en vigor el 15 de diciembre, donde las iglesias de los condados de «nivel rojo» debían limitar las reuniones al 25 por ciento de capacidad.
La semana pasada, el Director de Comunicaciones del Gobernador Lujan Grisham, Tripp Stelnicki, denunció a ambas iglesias en un comunicado por poner en peligro las «vidas, los medios de vida y la salud no sólo de sus feligreses sino de sus comunidades enteras y dada la rapidez con la que este virus puede propagarse, potencialmente nuestro estado en su conjunto».
Según el medio de comunicación local KRQE, Stelnicki consideró que las reuniones «ilegales y egoístas» ya que «contribuirá directamente a más sufrimiento y enfermedad en nuestro estado. Estos líderes de la iglesia deben reflexionar sobre el peligro que han desatado en sus comunidades».
En respuesta a las multas, el portavoz de la Iglesia del Calvario señaló que la iglesia siempre mantuvo una buena relación con funcionarios locales y estatales, pero ahora pedirán una audiencia administrativa sobre las multas.
El portavoz afirmó que la iglesia no debía ser multada por sus reuniones a la luz de la Primera Enmienda, dado que la Corte Suprema de los Estados Unidos falló a favor de varias iglesias en los casos en que las iglesias recibieron restricciones COVID-19 más estrictas por sus gobiernos estatales que otras empresas y organizaciones.
Fuente: Christianheadlines.com
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