Un gran grupo de evangélicos ha pedido a sus respectivos gobernadores que acepten reasentar a los refugiados en su estado de origen.
La medida se tomó después de que el presidente Trump firmara una orden ejecutiva que requiere la aprobación de los funcionarios estatales y locales antes de que los refugiados puedan ser reasentados.
«World Relief and the Evangelical Immigration Table», un grupo combinado de organizaciones evangélicas que abogan por una reforma migratoria extensiva, envió cartas conjuntas a 15 gobernadores estatales esta semana, según Christian Post.
Las demandas del grupo se centran en el reasentamiento continuo de refugiados bajo el programa de admisión de refugiados de Estados Unidos y en línea con la orden ejecutiva del 26 de septiembre de Trump que permite a los estados y localidades el poder de bloquear el reasentamiento de refugiados. Hasta ahora, 17 de los 50 gobernadores del país han aceptado el plan de reasentamiento.
La carta advertía que la falta de acción en el programa de reasentamiento podría resultar en retrasos en la «reunificación de muchas familias que han estado esperando años para ser reunidas».
El alegato agregó que si los estados bloquean expresamente los reasentamientos, muchos refugiados se verán obligados a esperar hasta que sean reasentados oficialmente por los servicios federales de inmigración, lo que podría llevar años.
Una vez que se les concede la residencia en los Estados Unidos, es probable que los inmigrantes se trasladen al estado deseado.
Sin embargo, si los estados bloquean los reasentamientos inmediatos, obligarán a muchos inmigrantes a «alejarse de la asistencia vital para el empleo, la adquisición del idioma y los recursos de ajuste cultural ofrecidos por su organización de reasentamiento», señala la carta.
«Los refugiados pueden integrarse mejor en Estados Unidos y rápidamente llegar a ser financieramente autosuficientes cuando son apoyados tanto por su familia como por una oficina local de reasentamiento», continúa la carta, añadiendo que los refugiados hacen «contribuciones significativas a las economías locales en el sentido de que tienen una tasa particularmente alta de iniciativa empresarial, superior a la de otros inmigrantes y a la de la población nativa».
Concluyó: «Como gobernador de nuestro estado, le instamos a que mantenga abierta la opción para que las comunidades locales dentro de[el estado] continúen recibiendo a los refugiados recién llegados. Como siempre, estamos comprometidos a orar por usted mientras dirige nuestro estado».
En una declaración, el presidente de World Relief, Scott Arbeiter, dijo que «lo último que deben experimentar los refugiados es que se les niegue el acceso a las comunidades en las que desean vivir», en particular después de que «se les obligue a abandonar sus países para escapar de la guerra, la persecución o los desastres naturales y se les permita legalmente la entrada a los Estados Unidos».
«Detener el reasentamiento de refugiados en los estados perturbará a las familias y podría llevar a que las iglesias locales pongan fin a ministerios vitales», añadió.
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Fuente: christian headlines.
