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Creer en Dios es bueno para ti… y no sólo a largo plazo. Hay un vínculo poderoso entre la devoción religiosa y la felicidad, la salud mental y la participación en la comunidad.

A principios de este año, Pew Research encontró que las personas activamente religiosas reportan ser más felices, en promedio, que los ateos y los que no lo son, es decir, aquellos que afirman no tener ninguna afiliación religiosa.

Los observadores religiosos también son menos propensos a involucrarse en conductas de riesgo como el sexo prematrimonial, beber y fumar, y más propensos a unirse a grupos no religiosos como organizaciones benéficas, clubes y asociaciones cívicas.

En otras palabras, hay una conexión clara y bien documentada entre una fe activa y casi todas las medidas aceptadas de bienestar personal.

Y, por supuesto, más allá de la pertenencia, la belleza y la certeza moral que la fe en Dios trae, la gente religiosa disfruta de la esperanza frente a la lucha, el sufrimiento e incluso la muerte.

¿Pero qué pasa si no crees en Dios? ¿Qué pasa si no crees que hay vida después de la muerte? ¿Puede seguir disfrutando de estos beneficios y, para el caso, transmitirlos a sus hijos?

Puede parecer una pregunta tonta, pero la psicoanalista Erica Komisar recientemente ofreció una respuesta seria en el Wall Street Journal. Ella escribe: «Los padres me preguntan a menudo:’¿Cómo puedo hablarle a mi hijo de la muerte si no creo en Dios o en el cielo?

¿Su respuesta? Mentirles.

Ella lo explica: «La idea de que uno simplemente muere y se convierte en polvo puede funcionar para algunos adultos, pero no ayuda a los niños. La creencia en el cielo les ayuda a lidiar con esta tremenda e incomprensible pérdida», especialmente «en una época de familias rotas, padres distraídos, violencia escolar y predicciones de pesadilla sobre el calentamiento global».

Ahora, la mayoría de la gente que escucha BreakPoint no tiene que preocuparse por el dilema que Komisar está describiendo. Pero hay algunos ateos y escépticos en nuestra audiencia. Lo sé porque tengo noticias de ellos. Y a cualquiera de ellos que esté considerando seguir este consejo, que lo sepa: La Biblia está llena de advertencias para que no pongamos a Dios a prueba ni nos burlemos de Él.

El Creador del universo no será usado como una conveniencia: «Hombres o naciones que piensan que pueden revivir la fe para hacer una buena sociedad, también podrían pensar que pueden usar las escaleras del Cielo como un atajo a la farmacia más cercana».

No, los padres ateos no deberían mentir a sus hijos. Deben caer de rodillas ante el Dios vivo y muy real y enseñar a sus hijos la verdad sobre quién es Él y cuánto los ama.

Sin embargo, el consejo de Komisar es más interesante, para mí, por lo que dice sobre la incredulidad que lo que dice sobre la creencia. Piensa en ello: Komisar admite que una visión del mundo sin Dios es inadecuada tanto para navegar por las penas más profundas de la vida como para dar cuenta de las más altas alegrías de la vida.

¿No debería el hecho de que la fe en algo más allá del mundo material y desnudo del ateísmo es necesaria para manejar el aquí y ahora decirnos algo?

Esta idea de que nuestra sed de un significado más profundo es una pista sobre la naturaleza de la realidad y el significado del universo es algo que C.S. Lewis articuló maravillosamente, y recuerde que estaba escribiendo en el contexto de los mínimos de la guerra y los máximos de la victoria.

«Si encuentro en mí un deseo que ninguna experiencia en este mundo puede satisfacer, la explicación más probable es que fui hecho para otro mundo.»

Si creer en Dios, en una vida después de la muerte, en el cielo, y en el significado que trasciende la muerte es tan bueno tanto para los niños como para los adultos, y si es necesario dar sentido a este mundo, podríamos considerar la posibilidad de que todas estas cosas sean verdaderas.

Y siempre debemos señalar la verdad a nuestros hijos, no sólo por sus beneficios prácticos. Después de todo, una de las mayores recompensas de la fe cristiana es que nuestra mayor alegría y la verdad más elevada del universo están plenamente de acuerdo.

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Fuente: christianheadlines.