El hecho ocurrió en la Iglesia de Cristo a unas 10 millas de Fort Worth. Un miembro de la feligresía le disparó al atacante, quien murió en e lugar.
Dos personas resultaron muertas en el tiroteo originado dentro de la Iglesia de Cristo en White Settlement, un suburbio al oeste de Fort Worth, en Texas, el pasado domingo cerca de las 10 de la mañana.
Las autoridades indican que uno de los baleados fue el propio atacante, que murió poco después.
Mike Drivdahl, vocero del departamento de bomberos de Fort Worth, dijo a los medios que no tenía información acerca del motivo del ataque.
Se informó que una persona murió en la escena del crimen y otra falleció en el camino al hospital. Las víctimas son hombres.
Un testigo contó que durante la reunión el atacante comenzó a disparar y que luego otra persona que estaba en el lugar armado, le disparó. La transmisión en vídeo del servicio religioso capta el momento en que el hombre ataca a la multitud con disparos. Aterrados, en sus bancos, los miembros de la iglesia tratan de protegerse. Cuando el tirador dispara contra los fieles otra persona se levanta y le dispara. También se ve que otras personas armadas intentan derribar al atacante.
Mike Tinius, uno de los feligreses que asistía al servicio religioso en ese momento, dijo al diario The New York Times que uno de los fallecidos era un guardia de seguridad que hizo frente al agresor, e indicó que era un amigo querido.
“Estaba tratando de hacer lo que necesitaba hacer para protegernos al resto de nosotros”, señaló. “Es extremadamente perturbador ver a alguien cometer actos de violencia”.
El hecho ocurre meses después de que en Texas se aprueba una ley que permite portar armas dentro de recintos religiosos.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, en un comunicado, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y también agradeció a la persona que le disparó al atacante: «Estoy agradecido con el miembro de la iglesia quien actuó rápidamente para detener al atacante y ayudar a prevenir más pérdidas de vidas humanas».
