El padre de Wedson, Weldes Souza, se metió al agua después de que su hijo fue bautizado y lo abrazó con emoción. Estaba viendo sus oraciones respondidas después de orar durante 20 años para que su hijo volviera a la Iglesia.
“Mi hijo dejó de vivir con su familia y con Cristo, y pasó mucho tiempo fuera. Él es mi único hijo, y ese fue el momento más difícil de mi vida. Pero Dios me dijo que me pusiera de pie y orara”, dijo Weldes-
Weldes enfrentó las mismas preguntas de fe que su hijo. Fue criado por una familia que asistió a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, pero también dejó la comunidad. Aunque estuvo lejos de la iglesia por mucho tiempo, los miembros no dejaron de orar y contactarlo.
«He estado orando porque he estado allí. No quería que mi hijo se desviara de los caminos de Jesús”, dijo Weldes, quien regresó a caminar con Cristo en 1997.
“Siempre estuve en la iglesia, no me perdí un servicio de oración. En los primeros 10 años de intercesión, la respuesta no llegó y tuve la sensación de que el viaje no parecía tener sentido. Pero seguí orando, y hoy celebro el regreso de Wedson a Dios ”, dijo Weldes.
Para Wedson, el momento en que el padre entró al agua para abrazarlo fue emocionante. “Fue un abrazo de aquellos que no podemos soportar. Parecía que los ángeles nos abrazaron a los dos”, dijo el joven.
“Mi padre es un héroe. Muchas veces lo vi orando. A menudo venía a mi habitación al amanecer para despertarme y orar con él. Él es mi ejemplo para nunca darnos la espalda, porque Dios nunca nos da la espalda «, agregó Wedson.
Fuente: BibliaTodo
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