La pandemia no detiene a los misioneros noruegos, los trabajadores cristianos del país nórdico están siendo reclutados y enviados a países de todo el mundo. «No podemos permitir que el dinero reemplace a la gente».
2020 fue cualquier cosa menos normal para los misioneros de todo el planeta. Muchos regresaron a sus países de origen, y muchos de los que estaban destinados a ir a trabajar en el campo de la misión, no pudieron hacerlo.
La pandemia ha limitado todo tipo de actividad cristiana en todo el mundo, pero no ha impedido del todo que las organizaciones de misiones noruegas avancen. Algunos han estado más en la ofensiva que otros.
Nuevos misioneros reclutados
Youth With A Mission Norway es la organización de envío más grande del país con alrededor de 150 trabajadores a tiempo completo y a largo plazo en diferentes países en una situación normal. Este número ha bajado ligeramente durante la pandemia.
El liderazgo nacional de YWAM podría haber sido tentado a dar un paso atrás dadas las circunstancias, pero en cambio eligió lo contrario. Decidieron anunciarse en los periódicos cristianos con el fin de reclutar nuevos misioneros.
Esta táctica de YWAM funcionó. Pidieron a los candidatos misioneros que se pusieron en contacto con ellos, y cinco personas lo hicieron.
«Los cinco eran candidatos serios, y esa es una buena respuesta», dice el líder de las misiones Yngvild Hofstad a Kristelig Pressekontor.
«Nuestro principal objetivo era proclamar que todavía enviamos misioneros, incluso durante la pandemia», añade Hofstad.
Volver al campo de la misión
Norsk Luthersk Misjonssamband (NLM) ha sido tradicionalmente la organización de misiones más grande de Escandinavia durante décadas. Cuando comenzó la pandemia hace un año tenían 110 misioneros en 14 países de África, Asia y América del Sur. Poco después, el número bajó a 40. Unos nueve meses más tarde, muchos misioneros habían regresado a los campos misionales y el número total de misioneros era de alrededor de 90.
A algunos misioneros se les pidió que se fueran y volveran a casa durante algún tiempo mientras se evaluaba la situación, a otros se les permitía quedarse si querían. Algunos países tienen un sistema de salud que funciona bien, en algunos lugares en parte gracias a la labor de los misioneros, otros países no tienen sistemas tan sólidos. Por lo tanto, se han realizado diferentes consideraciones de forma individual.
«La situación de contagio no es la misma en todos los países, y los misioneros pertenecen a diferentes grupos de riesgo. También hemos considerado especialmente la situación de las familias con niños», afirma hans Arne Sanna, director internacional de NLM.
Él es más optimista sobre la situación ahora que al principio de la pandemia, incluso si las nuevas ondas coronavirus han aumentado y el futuro es difícil de predecir.
«Muchos de nuestros misioneros han elegido viajar de regreso a los lugares donde normalmente viven. Están felices de volver a donde pertenecen para que puedan seguir trabajando. Es importante para ellos. Se trata de encontrar algún tipo de normalidad en una situación poco normal», dice Sanna.
Dar la vuelta a la crisis
Normisjon es una de las organizaciones de misiones noruegas menores. Se enfrentaban a una crisis de recrución a finales del año pasado. Ahora han logrado darle la vuelta.
En el otoño de 2020, mientras muchos misioneros habían regresado a Noruega, Normisjon no tenía un solo candidato misionero listo para ser enviado.
«Si varios misioneros optan por no regresar al campo misional en 2021, cuando la pandemia esperemos que esté bajo control, afectará dramáticamente nuestro trabajo», escribió la organización en su sitio web.
Pero en sólo unos meses, después de una campaña combinada de recaudación de fondos y un esfuerzo para reclutar nuevos misioneros, Normisjon fue capaz de ponerse en contacto con un número sustancial de personas interesadas en misiones.
Ahora el director internacional Tore Giil Bjørsvik concluye: (Estoy seguro de que emplearemos misioneros tanto este año como el siguiente).
Después de varios años con un número cada vez menor de misioneros, Giil Bjørsvik dice que Normisjon necesitaba comunicar que todavía se tomaban en serio el envío de misioneros.
«Este es el punto principal del gran mandamiento, y no podemos permitir que el dinero reemplace a las personas», dice.
Fuente: Evangelicalfocus.com
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