Los incendios en EE.UU ha golpeado a toda una ciudad, la cual el fuego arrasó con ella en el incendio forestal más grande que se haya visto.
El pequeño pueblo de Greenville en California fue arrasado por el fuego del incendio Dixie, el cual ya arde desde hace tres semanas.
(Hemos perdido Greenville, no tengo palabras), dijo el congresista local, Doug LaMalfa.
“¡Están en peligro inminente y DEBEN partir ya! Hicimos todo lo que pudimos, pero a veces no basta”, se lamentaba Mitch Matlow, el portavoz de los bomberos.
Dentro de la historia californiana
Dixie, como han llamado al incendio, es el tercer incidente inflamable más grande del estado, del cual ya han advertido que “es una larga lucha” para poder contenerlo, pues cada día crece mucho más.
Los incendios han alcanzado un territorio mayor que la ciudad de Los Ángeles, el cual ha abarcado 175.000 hectáreas; miles de viviendas, estructuras y demás ya han sido destruidas a su paso.
Con vientos de 64 kilómetros por hora, la vegetación seca se consumió con el fuego; una gasolinera, un hotel, un bar y otras estructuras fueron destruidas, las cuales tenían una data desde hace más de un siglo.
“Es completamente devastador, hemos perdido nuestra casa, mi negocio, todo el centro de la ciudad se ha ido”, dijo Eva Gorman, habitante de Greenville.
Las fotos del siniestro indican que el fuego ha sido lo suficientemente grande como para destruir un centenar de viviendas.
(Mi corazón está destrozado por lo que ha ocurrido allí), dijo Johns, otro residente de Greenville.
A casi 160 kilómetros al sur, un incendio en River también obligó a una población de 2.000 habitantes a evacuar hacia un lugar más resguardado; según las informaciones de las autoridades.
500 hectáreas de maleza reseca y árboles fueron arrasados por el fuego; localidades como Placer y Nevada ya recibieron órdenes de evacuación también.
5.000 bomberos trabajaban a principios de semana contra el incendio, sin éxito alguno; otros camiones también fueron enviados al lugar y el incendio solo ha crecido potencialmente debido al calor intenso, baja humedad y vientos fuertes.
Hasta ahora, 26.500 personas han tenido que abandonar sus hogares.
Fuente: Cbn.com
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