En 2020, a Geane Prado, de 51 años, le diagnosticaron cáncer de médula ósea. Comenzó con quimioterapia y se sometió a un trasplante de médula ósea. Pero cuando fue a su segunda ronda de quimioterapia, los médicos descubrieron que tenía covid-19. Sobrevivir parecía imposible, pero Dios hizo el milagro.
Dios le dio una gran fortaleza y dejó su vida en manos de Dios. Antes de ser intubada, escribió cartas de despedida a su familia. Se los envió a una amiga y le pidió que entregara los mensajes si moría. En las cartas acotaba: “Cuiden su vida espiritual, eduquen a sus hijos en el temor del Señor, sean fuertes y continúen siendo hijos hermosos, amorosos y de buen carácter”.
La condición de Geane empeoró. Mientras estaba intubada, sufrió una embolia pulmonar, paro cardíaco, insuficiencia renal y neumonía bacteriana. Los médicos le dijeron a su familia que solo le quedaban 48 horas de vida. Cuando sus hijos se enteraron del sombrío pronóstico, movilizaron una enorme cadena de oración.
“Llevaron a los amigos a la puerta del hospital a orar y pidieron oraciones a través de WhatsApp y las redes sociales. Personas de todo Brasil se unieron al movimiento de fe”, según la agencia Aleteia. Dios escuchó su clamor, respondió a sus oraciones y en poco tiempo su fiebre desapareció y su condición mejoró gradualmente. Los médicos lo describieron como «un milagro».
“Ningún medicamento fue capaz de sanarme. Pero Dios estaba de nuestro lado», afirma Geane. Después de casi 40 días, Geane salió del hospital. Además de su recuperación del covid, los médicos descubrieron que las células cancerosas de su cuerpo ya no eran detectables.
Fuente: Impactoevangelistico.net
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