El culto fortalece nuestra relación con Dios al reconocer que es el creador de todas las cosas del universo y vivimos bajo su gracias. Esa relación con Dios será inquebrantable a medida que lo reverencien a través del culto y lo alabemos por su gracia.
Marisol de Muñoz, a través del programa Estudio Bíblico, insta a reflexionar en el capítulo 1 de Malaquías, donde Dios reprende a los sacerdotes. Por lo tanto, opina que se debe pedir a Dios ser sabios y buenos administradores de todo lo que nos ha encomendado.
“Es necesario reflexionar sobre los regalos que hemos dado a nuestro padre al rey de reyes. No olvide que ese regalo es reconocer la grandeza de Dios. Debemos regalarle a Dios sin cuestionamiento, sin queja, porque Dios nos dio todo. No debemos preocuparnos sobre lo que damos porque Dios lleva el control de todo y él pedirá cuenta de quienes administran las finanzas”, destacó Muñoz.
“Pues aun los cabellos de ustedes están todos contados.”
(Mateo 10:30)
“Debemos preocuparnos por dar a Dios el diezmo, el regalo de agradecimiento, la ofrenda de paz. No olvide que el culto es un regalo y dar es un culto. El culto en general es dar. El culto demanda dar un regalo y dar es un culto”, expresó Muñoz.
La expositora resaltó que el lenguaje para presentarse ante el rey de reyes es dar, y que Dios dio ejemplo de ese dar, al entregar por amor a su hijo unigénito.
“Dar es un acto de culto. Cuando vamos a la iglesia debemos llevar algo para darle al rey. Nosotros podemos dar nuestras debilidades a Dios para que las modifique, y es una manera de darnos a sí mismo. No hay culto genuino si sólo me presentó y no doy nada, por lo tanto, tengo que dar adoración, gracia y darle honor a Dios. Nuestras muestras de agradecimiento con Dios, debe ir acompañada de dar”, afirmó Muñoz.
También, señala que el culto demanda un regalo que debe ir acompañado de un elogio o de una gratitud por lo que soy. La gratitud debe ser porque Dios nos comparte todo lo que es de él, es decir, nos permite usar todos los recursos sin pago alguno.
“Las ofrendas ablandan el corazón, resuelven conflictos. Los regalos tienen la capacidad de abrir y cerrar puertas porque depende de la actitud de lo que quiero provocar con ese regalo. Debemos ser intencionales con nuestros regalos. Darle al rey atrae su favor, porque el espíritu del rey se conmueve cuando se lleva un regalo”, acotó Muñoz.
“Jacob pasó allí aquella noche, y tomó de lo que tenía a mano un presente para su hermano Esaú: Doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, treinta camellas que estaban dando de mamar y sus crías, cuarenta vacas y diez toros, veinte asnas y diez borriquillos.”
(Génesis 32:13-15)
Muñoz, destaca que debemos ser intencionales en lo que se da porque cuando se le da un justo recibe recompensa del justo.
“El que recibe a un profeta porque es profeta, recibirá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, recibirá recompensa de justo. Cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente porque es mi discípulo, de cierto les digo que jamás perderá su recompensa”.
(Mateo 10:41-42)
Fuente: Noticiacristiana.com/
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