Lo que Dios nos garantiza en nuestras vidas está relacionado con la comunión que tengamos con él. Dios nos dio libre albedrío, vida eterna, poder, etc. Pero, todo en nuestras vidas depende de la comunión que tengamos con él.
A través de las Sagradas Escrituras, conocemos el carácter, propósito y voluntad de Dios. El apóstol Arnold Ballesteros, en el programa “Cristo es Vida”, que se transmite a través de NoticiaCristiana.com, analiza varios textos bíblicos, para entender como la verdadera comunión con Dios nos ayuda a transformarnos.
El evangelio da testimonio de la gracia de Dios
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”
Hechos 20:24
Ballesteros, explica que el apóstol Pablo enseña que el evangelio, debe dar testimonio de la gracia de Dios, del poder de Dios. Que Jesús llamó gracia al poder de Dios, también, que el Evangelio debe ser capaz de enseñar lo que viene de Cristo, enseñar la perspectiva divina, la inteligencia espiritual. Además, el evangelio debe enseñar a cambiar para vivir el reino de Dios.
“En el versículo 32, Pablo indica que en esencia la Gracia de Dios es el poder. Que la palabra de su gracia tiene poder para sobreedificar y daros herencia a todos los que están siendo santificados. Experimentemos y abracemos este glorioso evangelio, que es el evangelio de Cristo”, expresó Ballesteros.
Ministrar el evangelio de Dios
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros. Mas os he escrito, hermanos, en parte con atrevimiento, como para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada, para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo».
Romanos 15:23-16
Ballesteros, describe que en ese texto bíblico el apóstol Pablo, enseña que la gracia de Dios es dada para ser ministro de Jesucristo. Que esa gracia tiene el poder de capacitar, cambiar, corregir, edificar y transformar. Asimismo, indica que Pablo plantea que al ministrar el evangelio de Dios, el objetivo es hacer que los demás sean transformados hasta llegar a ser ofrendas agradables y santificadas por el Espíritu Santo.
La gracia fue dada a Cristo
“Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.”
(2 Timoteo 1:9)
Ballesteros, indica que Pablo da testimonio que la gracia fue dada a Cristo Jesús. Y para llegar a ser participante de esa gracias, es necesario que todos estemos en Cristo Jesús. Además, enfatiza que todo hombre en Cristo, es partícipe de todo lo que pertenece a Cristo Jesús.
“La gracia fue dada antes de los tiempos de los siglos. Y se manifiesta en el tiempo presente, por la epifanía, por la encarnación de nuestro Señor Jesús. La gracia sigue siendo ministrada hoy y se manifiesta en cada uno de los corazones de los hombres. Si la gracia no se manifestara no hay salvación, que se logra por el evangelio que es el poder de Dios, que salva a todo a aquel que cree”, puntualizó Ballesteros.
Conocimiento de la verdad es esperanza de la vida eterna
“Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe”.
Tito 1:13
Ballesteros, detalla que Pablo establece un principio que la verdad es Cristo, y que las Escrituras lo que hacen es dar testimonio de esa verdad. Por otro lado, señala que Pablo testifica que el conocimiento de la verdad, es la esperanza y expectativa de la vida eterna.
“El conocimiento de la verdad es según la piedad, que es la naturaleza divina. Hay una expectativa de la vida eterna que Dios prometió desde el principio de los siglos. La predicación es encomendada por Dios. Tenemos que predicar la Palabra Viva, debe ser ministrada por el espíritu, pero para compartirla, primero se debe vivir y experimentarla en el propio corazón”, acotó Ballesteros.
Llamados a la comunión verdadera
“Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor”
1 Corintios 1:9
Ballesteros, describe que Pablo enseñó que debe haber una comunión verdadera, la edificación por medio de la fe. Que debemos ser llamados a la verdadera comunión con su hijo Jesucristo, la cual se debe experimentar y vivir.
“Cuando no guardamos los mandamientos del Señor, no estamos en comunión verdadera. No estamos experimentado esa comunión verdadera que nos cambia y nos transforma. Debemos de procurar de tener una comunión verdadera e íntima, para ser transformados, enseñados, direccionados y guiados”, recalcó Ballesteros.
Fuente: Noticiascristianas.com
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