Las iglesias en la región metropolitana de Porto Alegre se están uniendo para asistir a los afectados por las inundaciones en Rio Grande do Sul.
El viernes, el río Guaíba se desbordó en la capital, alcanzando un nivel histórico de 5 metros de altura. La Defensa Civil emitió una alerta de evacuación para varios barrios, y ciudades como Canoas, Cachoeirinha y Esteio también enfrentan problemas de inundaciones.
En Canoas, la Iglesia Asamblea de Dios ha ofrecido refugio a los residentes que necesitan abandonar sus hogares inundados, abriendo sus templos a todas las personas afectadas.
“La Asamblea de Dios de Canoas está de turno. Ante esta situación de emergencia, volvemos a decir que nuestras puertas están abiertas para albergar a aquellas personas que están siendo desplazadas por las inundaciones en algunos barrios”, anunció el pastor presidente Miguel Florentin, en Instagram.
Asimismo, Asambleas de Dios de Porto Alegre, también ofreció refugio a quienes se han quedado sin hogar.
“Vamos a acoger a nuestros hermanos que tienen dificultades para quedarse en sus casas, les vamos a preparar comida, vamos a cuidar de nuestros hermanos que necesitan de nuestra solidaridad en este momento”, afirmó el pastor presidente de AD Porto Alegre, João de Oliveira.
La Iglesia Brasa también está apoyando a los refugios de emergencia que hay, llevando refrigerios a todos los residentes.
“Estamos brindando refugios de emergencia para aquellos que quedaron sin hogar por las inundaciones, servimos desayunos y meriendas”, anunció la iglesia en una publicación en Instagram.
Las aportaciones pueden realizarse en el templo de la iglesia de 10 a 22 horas y a través de PIX.
La Agencia Adventista de Recursos de Asistencia y Desarrollo (ADRA) también está ayudando en Rio Grande do Sul con la Carreta Solidária.
El vehículo equipado puede servir 1.500 comidas calientes diariamente y realizar lavandería para 105 kilos de ropa por turno.
“El objetivo es ofrecer bonos multiusos a las familias para que puedan comprar alimentos, artículos de higiene, limpieza e incluso utensilios del hogar, ayuda que creemos fundamental en este primer momento de respuesta”, explicó el Coordinador de Emergencias de ADRA Brasil, André Alencar.
Sigamos orando por nuestros hermanos en Brasil.
Fuente: bibliatodo.com
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En 1993, Burundi, un país empobrecido del este de África, se vio envuelto en una guerra civil devastadora entre las etnias hutu y tutsi, que resultó en la muerte de más de 300.000 personas, entre ellas niños soldados.
Bosco Mutebutsi, creció en este entorno hostil, presenciando a los 7 años cómo asesinaban a sus padres durante un ataque. Afortunadamente, él y su hermana mayor lograron escapar y refugiarse en un pantano, para luego encontrar protección en una iglesia local.
En los años posteriores, Bosco experimentó la desesperación y el trauma resultantes de este evento traumático.
“En ese momento estaba realmente desesperado. La vida no tenía ningún significado”, dijo en una entrevista con Bible League International, una organización que distribuye Biblias en todo el mundo.
El huérfano estaba lleno de amargura y tristeza en su corazón. Bosco estaba determinado a vengar la muerte de sus padres, ese era su único objetivo.
“Lo único que quería era terminar la escuela, ir al ejército, conseguir un arma e ir tras la persona que mató a mis padres”, confesó.
Pero a los 19 años, la vida de Bosco dio un giro radical cuando conoció a Jesús. Gracias a su encuentro con Cristo, pudo sanar sus heridas emocionales, cambiar sus planes por completo y dejar atrás la sed de venganza, optando en su lugar por perdonar.
“Pude perdonar a la persona que mató a mis padres. Dios me dio esperanza de otra manera de vivir. No sé dónde estaría si siguiera ese camino de unirme al ejército. Quizás ya estaba muerto o en prisión”, testificó.
Hoy en día, a la edad de 38 años, Bosco inspira a niños y jóvenes en las escuelas de Burundi dando clases de la Biblia en asociación con la Liga Bíblica Internacional, brindando esperanza a través de su labor.
“Para mí, la esperanza está en creer en Jesús y saber que Él tiene un camino mejor para ti, diferente a las heridas por las que has pasado en la vida. No fui el único que pasó por la guerra civil, hay muchos jóvenes y adultos que todavía cargan con las heridas de la guerra”, comentó el profesor cristiano.
“Una vez que encuentren a Jesús y construyan sus vidas sobre Él, Él les dará una mejor esperanza y un futuro a medida que aprendan a confiar en Él”, añadió.
Fuente: 1cbn
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