¿Qué es el crecimiento espiritual, según la Biblia y cómo podemos crecer espiritualmente?
Una falta de conocimiento
Cuando pensamos en el ministerio de Jesucristo y el sacrificio que Él ha hecho por nosotros, no debe haber duda de que nuestro crecimiento espiritual es algo de gran preocupación para el Señor.
Jesús vivió su vida terrenal como una demostración perfecta de lo que realmente significa vivir una vida que agrada a Dios. Con esto en mente, también tenemos que recordar que Jesús no caminó solo, sino que tuvo 12 discípulos. Estos 12 discípulos caminaban con Jesús diariamente durante Su vida terrenal y Jesús continuamente les enseñaba y ministraba.
Si examinamos el hecho de que Jesús siempre estaba enseñando, debemos entender que si había necesidad de enseñar era porque había una falta de conocimiento y una falta de madurez espiritual en la gente.
Dice el profeta Oseas: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.” (4:6).
Hipocresía
Oseas 4:6 fue una realidad muy fuerte en los días de Jesús debido a la hipocresía religiosa que existía en ese tiempo. Jesús vio que los líderes judíos de la época eran personas que no tenían un conocimiento de la salvación de Dios, sino solo un conocimiento religioso de Él que les impedía conocerlo personalmente.
Ellos solo conocían las Escrituras, pero con su orgulloso estilo de vida, negaron el poder que descansa en la Palabra de Dios. La Palabra de Dios habla fuertemente de aquellos que profesan la piedad pero sus vidas no demuestran lo que profesan.
2 Timoteo 3:5 dice que en “teniendo apariencia de piedad, pero niegan su eficacia. A estos evita”.
En Mateo 23:27, Jesús hizo un comentario con un significado similar cuando reprendió duramente a los fariseos por su orgullo religioso.
Mateo 23:27 dice: “!!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia”.
Mientras discutimos este tema en mayor detalle, mi oración por usted al leer esto es para permitir que el Espíritu de Dios le ayude a examinarse a sí mismo y le guíe a entender verdaderamente la importancia del crecimiento espiritual y la madurez en Cristo Jesús.
¿Qué es el crecimiento espiritual?
Si examinamos la verdad que se encuentra en la Palabra de Dios, podemos llegar a notar que el crecimiento espiritual es algo que se ha hecho más complicado de lo que realmente es.
Como cristianos, una cosa en la que podemos estar seguros es que Dios no es un Dios de confusión sino un Dios de orden (1 Cor 14:33). Para que podamos definir lo que es el crecimiento espiritual, no hay otra manera alternativa de hacerlo que examinando las Escrituras.
2 de Pedro 3:18 nos dice: “Creced, pues, en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.”
Si examinamos este versículo, podemos ver que hay una definición muy simple de lo que es el crecimiento espiritual: ¡crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo!
Para ir un poco más allá, para ello debemos dedicar realmente nuestro tiempo no sólo a la lectura de la Biblia, sino también a ser estudiantes de la Palabra. Necesitamos estudiar las Escrituras y llegar a ser conocedores de su verdad.
El Espíritu Santo es el que nos revela la Palabra de Dios. Si nos acercamos a Él en oración y le pedimos que abra nuestro entendimiento a Su Palabra mientras la estudiamos, Él nos la enseñará. El crecimiento espiritual puede ser definido como simplemente crecer y madurar en nuestro conocimiento y relación con el Señor Jesucristo.
¿Por qué es importante?
El crecimiento espiritual es esencial para cada creyente. Jesús no nos llamó solo a creer en Él (Santiago 2:19). Él nos llamó a ser Sus discípulos. Ser discípulo es más que reconocer la existencia del Señor.
Ser un discípulo es ser un seguidor que replica las mismas cosas que Jesús ha enseñado y hecho para su gloria y la difusión del mensaje del evangelio. No crecer espiritualmente es vivir en el estancamiento.
Muchos de los que leemos esto podríamos ser padres. Si no alimentamos continuamente a nuestros hijos, si notamos que no están creciendo a pesar de nuestros esfuerzos para apoyar un estilo de vida saludable para ellos, esto nos plantearía una seria preocupación de salud. No es diferente para nuestras vidas espirituales.
Examinemos dos escrituras que explican más este punto.
Hebreos 6:1: “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios”.
Hebreos 5:12: “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido”.
El autor del libro de Hebreos claramente plantea una preocupación por el crecimiento espiritual entre los creyentes. Es imperativo en nuestro caminar con Dios que crezcamos en Él y que no permanezcamos simplemente como “feligreses”. Como vemos, permanecer estancados no produce ningún bien en nuestras vidas.
¿Cómo crecer espiritualmente?
Ya que nos hemos tomado el tiempo para entender por qué el crecimiento espiritual es importante, examinemos cuáles son algunas de las claves para el crecimiento espiritual.
Oración
Tener una vida de oración fuerte es absolutamente esencial para nuestro crecimiento espiritual.
Estudio Bíblico
Como mencioné anteriormente, debemos convertirnos en estudiantes de la Palabra y poner en práctica ese conocimiento.
Compañerismo de la Iglesia
El Libro de Proverbios nos enseña que los sabios caminan en consejo sabio (Proverbios 13:20).
Humillándonos a nosotros mismos
Una cosa que la Biblia deja clara es que Dios resistirá a los orgullosos, pero da gracia a los humildes (Santiago 4:6). Para que podamos crecer espiritualmente, debemos ser humildes y enseñables.
Ser Perdonador
Al igual que con la humildad, no hay manera de permitir que Dios trabaje en nuestros corazones si no aprendemos a perdonar a los demás (Mateo 6:15).
A medida que crecemos en el conocimiento del Señor, nuestra fe comienza a fortalecerse. Nuestra voluntad comienza a alinearse con la voluntad de Dios.
Es importante para nosotros como creyentes crecer espiritualmente para que podamos ser efectivos en nuestro llamado dado por Dios. A nosotros, como iglesia, Dios nos ha dado poder para cambiar el mundo y la única manera en que podremos hacerlo es teniendo una base firme en la Roca (Jesucristo) y arraigados en Su Palabra.
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Fuente: evangeliques.info.