El testimonio de una madre que perdió a sus hijos durante un tornado que arrasó en su ciudad explica como el poder de Dios aun en medio del dolor, su fidelidad y bondad jamás se apartará de nuestras vidas.
April y Daniel Smith fueron unos de los sobrevivientes de los tornados que azotaron en 2014 al estado de Arkansas, pero pagaron un alto precio para sobrevivir: la muerte de sus dos hijos.
Escuchando las advertencias, buscaron refugiarse en una bañera y también usaron un colchón que los ayudó a protegerse de escombros y demás mientras su casa era arrancada por los tornados, lo que provocó que Cameron de 9 años y Tyler de 7 años no sobrevivieran.
Según el testimonio de April, su hijo Tyler había estado hablando con frecuencia sobre el cielo, y aun antes de morir el niño le dijo a su madre que estaba listo para ir al cielo, “¿Me extrañaras?» le preguntó él a su madre.
Dentro de las heridas, las físicas no destacaban tanto como las internas después de perder a sus niños por causa de los tornados; aun recuperándose tuvieron que separarse por estar internados en hospitales diferentes, el esposo bajo una condición crítica de muerte cerebral.
Si bien ambos padres sufrieron heridas graves, no perdieron la vida física. Sin embargo, para cualquier padre, estos dos pueden haber sentido que perdieron una parte de sí mismos después de perder a sus dos hijos en el tornado de Arkansas.
Amigos, familia y hasta su pastor fueron a visitar a April, quien se mostraba inquebrantable con su fe ante las circunstancias, lo que sorprendió a todos, incluso a su amiga, la bloguera Jessica Lane Sowards, conocida también como “Hodgepodge Darling”, quien dio a conocer esta historia en un principio.
“Mientras Jeremiah (el esposo de Jessica) y yo tomábamos sus manos y besábamos su rostro, ella lloraba. Tenía preguntas sobre esa noche. Ella había oído que Jeremías encontró a los niños y le dijo que se consolaba porque sabía que él habría orado por ellos. Todos lloramos”, escribió Sowards en su blog.
Incluso en ese momento, Jessica se hallaba sumergida en el enojo con Dios por permitir que tal tragedia ocurriera, pero April siempre recalcaba que “Dios es bueno”.
“Tengo paz. Sé que tengo más dolor por el que pasar que probablemente pueda entender. Pero tengo una paz sobrenatural. No sé qué tiene Dios para mí y mi esposo que nuestros hijos no puedan estar aquí, pero sé que Él es bueno. Su plan es bueno”, le dijo April a Jessica desde la cama del hospital.
“Tiene una enorme cantidad de dolor emocional, pero no está desesperada. Hay una diferencia, y la diferencia es Cristo”, destacó la bloguera con todos sus seguidores.
Esa historia en el blog ha sido visto más de 1,5 millones de veces, volviéndose realmente viral por la forma en que la fe en Dios trae calma y paz aun en los peores momentos, en los cuales es muy difícil entender porque suceden ese tipo de situaciones en la vida.
Ya recuperada, April compartió su historia con Life Today, donde confesó que pidió a Dios que se llevara todo su dolor, aun sin conocer la forma de obrar del Señor, confió plenamente en lo que vendría después.
“Le clamé a Dios, toma este dolor. No sabía cómo iba a funcionar, pero sabía que Dios es bueno”, expresó.
«Tuve que insistir en lo que ya creía, ya sabes, que la vida es un vapor, que debería ser bendecida porque la muerte: Jesús tiene la victoria sobre la tumba», agregó.
Es esa historia el aliento y el testimonio de esperanza por encima de la muerte la que ha llenado de aliento a muchos blogueros que han vivido situaciones similares; el relato también fue presentado en el ministerio IF: Gathering bajo el título “Dios es bueno todo el tiempo”.
“Le conté a mi esposo sobre tu historia. Ambos lloramos en la mesa de nuestra cocina. Somos padres de dos niños pequeños y los abrazamos más fuerte anoche. ¡Muchas gracias por compartir su fe!”, le escribía un seguidor a Jessica y a April.
“Gracias por permitir que una experiencia tan dolorosa y devastadora ministrara a tanta gente, y por seguir siendo capaces de proclamar que Dios es bueno”, le dijo otro.
La pérdida de esta madre se convirtió en algo hermoso para ella, con la esperanza de que Dios en su bondad le permitirá poder verlos una sola vez cuando parta del mundo.
“Su papel estaba completo y tuve que vivir para verlo. Están en casa… su próximo aliento fue con el Padre. Creo que con todo mi corazón… en el cielo mil años es un día, así que mis hijos están pasando el rato con Jesús por un día, e incluso si preguntaran, ‘¿Dónde está mi mamá?’ Jesús va a decir: ‘La verás mañana’”, finalizó.
Fuente: CBN.com
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