El gobernador de Kentucky se apoya en la esperanza del evangelio mientras su estado se recupera de las devastadoras inundaciones.
Durante un recorrido por los daños causados por las inundaciones en el este de Kentucky con el presidente y la primera dama, el gobernador, Andy Beshear, recitó las escrituras mientras señalaba la ayuda siempre presente de Dios en tiempos de problemas.
«En el libro de Josué, Dios dice: ‘Sé fuerte y valiente, no te asustes, no desmayes, porque el Señor Dios está contigo dondequiera que vayas'», dijo el gobernador Beshear.
La peor inundación en 50 años destruyó hogares y pueblos enteros en toda la región de los Apalaches de Kentucky. Cayeron unos 25 centímetros de lluvia en un periodo de cinco días, inundando ocho condados. Las aguas torrenciales causaron la muerte de al menos 37 personas y dejaron a miles de personas desplazadas. Hubo que utilizar helicópteros para rescatar a más de 600 supervivientes.
«Y mientras estaba en el lugar donde perdimos a esos cuatro niños, no queda nada de esa casa», dijo el gobernador Beshear. «Pero todavía queda un pequeño columpio de plástico en la parte de atrás donde empujaban a uno o dos de esos niños, el mayor de los cuales estaba apenas en segundo grado. La tragedia simplemente golpea más a fondo».
El presidente Biden prometió ayudar al este de Kentucky todo el tiempo que sea necesario, asignando dinero para cubrir el 100% del coste de hasta 30 días de búsqueda y rescate y de retirada de escombros. «Nos quedamos -el gobierno federal, junto con el estado y el condado y la ciudad- nos quedaremos hasta que todos regresen al lugar donde estaban», dijo Biden. «No es una broma».
El equipo de Operación Bendición de CBN también está presente, ayudando a las familias a retirar los escombros, desmontando los muros secos dañados y sirviendo 5.000 comidas a los residentes y al personal de emergencia local. El ministerio también ha entregado más de 140.000 libras de suministros de ayuda como agua embotellada, kits de comida de emergencia y baldes para inundaciones de Home Depot.
«No importa lo bajo que se pueda caer, siempre hay esperanza, un camino hacia arriba y una salida», dijo Ben Bennett, jefe de Producción de Operación Bendición. «Si no podemos hacer nada más que servirles algo de comida, un plato y una botella de agua, pueden ver que nos importan, y que los queremos. Y para mí, de eso se trata».
La Operación Bendición está ayudando a familias como Lea Cantrell y su marido Alves a salvar lo que pueden de su casa. Han vivido en Kentucky toda su vida, y ésta será la tercera vez que tengan que volver a empezar. Esta vez, están agradecidos de contar con la ayuda.
«La Operación Bendición nos ha ayudado mucho», dijo Cantrell. «Todo el trabajo que están haciendo y la amabilidad, fueron más allá de lo que hubiéramos esperado. Y nos sentimos bendecidos por tenerlos aquí».
Fuente: Cbn.com
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