El trabajo se lleva a cabo, a través de misioneros locales, quienes recibieron capacitación de la iglesia estadounidense, dirigida por el pastor Joel Freire Costa.
La Asamblea de Dios Belén EE.UU. a principios de agosto, realizó dos servicios de bautismo, en las ciudades de Jéremie y Camperrin, donde 14 personas, descendieron al agua, dando testimonio público, de su fe en Cristo.
La salvación de los nuevos conversos, es motivo de mucha celebración, para los misioneros locales, que valientemente predican el Evangelio en una nación donde el 80% de su población católica, practica el vudú.
“Hemos pasado por muchas luchas. A pesar de las dificultades, estamos avanzando en el nombre de Jesús”, dijo el misionero brasileño Marcos Germano, coordinador de los misioneros de AD USA en Haití, en una entrevista exclusiva para Guiame.
El trabajo se lleva a cabo, desde el 2014, a través de misioneros locales, quienes recibieron capacitación de la iglesia estadounidense, dirigida por el pastor Joel Freire Costa.
Plantación de iglesias
Desde entonces, se han plantado tres iglesias en el país, en las ciudades de Les Cayes, Jéremie, y Camperrin.La iglesia en Jéremie, ha estado en construcción desde que el huracán Matthew, derribó todo el edificio en 2016.
La misión también cuenta, con una escuela primaria, y secundaria, que atiende a 162 estudiante; además, de la construcción básica, la facultad también ofrece cursos de formación profesional, como agronomía, y construcción civil.
Actualmente, la nueva congregación, ya esta rindiendo culto, en una estructura improvisada con placas de zinc, mientras que se avanza en la documentación para iniciar la obra.
Incluso, la sencillez de un templo con piso de tierra, los cristianos adoran a Dios con alegría y gratitud.
“Hoy en día, para realzar la obra misionera en Haití, se requieren muchos recursos económicos, en un país muy caro para sobrevivir”, comentó el pastor Marcos.
Cristianos y líderes secuestrados durante los servicios
Los secuestros por parte de grupos armados, se convirtieron en un problema grave en Haití, y los misioneros extranjeros, y los líderes locales se convirtieron en objetivos de los secuestros.
Según datos de la ONU, 873 personas fueron secuestradas este año. El secuestro se ha convertido en un oficio muy lucrativo, para estos grupos, como medio para continuar con sus actividades en el país”, explicó Marcos Germano.
Agregó que “muchos misioneros ya han sido secuestrado, y la pandilla pide hasta 1 millón de dólares en rescate”.
Fuente: Noticiacristiana.com
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