Dios tiene un propósito eterno para cada uno de nosotros, que es más importante que las posesiones y propiedades. Es importante la ejecución de la voluntad general de Señor para nosotros, la cual se revela en la Biblia. Pero, todos podemos decidir si seguir o rechazar ese propósito eterno.
Rafael Ugarte Talavera, en el programa “Agua Viva para las Naciones”, señala que en Romanos 8:29-31, encuentra información de cómo ser hijos de Dios en la tierra.
El pastor indica que el Señor nos escogió, desde antes, para ser idénticos al Hijo, es decir, el Todopoderoso desea que tengamos a Jesús como modelo para ser como él.
“Dios nos escogió y respondimos a su llamado. Esa respuesta fue por la fe el evento del arrepentimiento, llegamos a Cristo, porque lo provocó el Espíritu Santo, nosotros solo dimos si ante el convencimiento. Desde antes de haber nacido Dios nos escogió, como muestra de su amor”.
Rafael Ugarte Talavera
¿Alejarnos del propósito de Dios?
Agrega que a todos nosotros nos seleccionó por un propósito. El Altísimo nos escoge por un causa de un propósito, donde se reinara por la eternidad, con él. Sin embargo, es importante entender, que Dios nos escogió por y para un propósito y se debe ejecutar y vivir ese propósito, para no privarse de todo lo que es construido por Dios.
Ugarte Talavera, explica que el sistema del mundo, los afanes, la familia que no está en Cristo, las necesidades personales y el trabajo mal enfocado, nos alejan del propósito de Dios. Por consiguiente, alejarse o sustraerse de esa voluntad, es peligroso porque se sale del camino de su ejecución.
“Él que no práctica el propósito está rechazando experimentar ser instrumento de Dios, es decir, se sustrae de la función de ser representante del propósito de Dios y nos alejamos de la plenitud. Al ser perfeccionados concluimos que la vida impartida por Dios, fluye para el propósito eterno, porque viene de un diseño”, expresa Ugarte Talavera.
Representarlo
Al ocuparnos de las cosas de Dios, ejecutamos su propósito, y lo representamos en todas las áreas, vivir de acuerdo a su voluntad y enseñar a los demás los principios del reino.
“Si me sustraigo del propósito, solo disfruto de la relación con el padre, y sus instrucciones no las seguimos, porque no entendemos que fluimos en la vida de Dios. Por lo tanto, no podemos creer que el propósito eterno de Dios es ir al culto los domingo, es tener la mentalidad que donde estamos lo representamos a él”, acotó Ugarte Talavera.
Asimismo, explica que el problema del alma dañada los arregla Dios, su Palabra, el Espíritu Santo. Lo que sana a las personas es Cristo porque una persona sana no necesita ser superior. La ejecución de sus instrucciones eternas sanan los corazones.
«La ejecución del propósito eterno, sana”
“Cuando pedimos la ayuda de Dios, para alcanzar sueños que vienen fundamentados de traumas, carencias emocionales, el día que se cumplen esos sueños, no te sanas, deseas más y actúas alejados del propósito. Cuando hacemos la voluntad de Dios, ese fluir de vida nos produce conocer a Cristo, la ejecución del propósito eterno, sana”, recalca Ugarte Talavera.
“Dios nos justificó para que él pudiera habitar en nuestro ser interior, para unirse a él, porque no puede habitar en un Espíritu que no es perfecto. El nivel de justicia que nos puso, fue la de Cristo, cuando nos justifica nos pone el mismo nivel de perfección de Cristo, para ejecutar su propósito. Es conveniente la ejecución de su propósito para disfrutar las realidades espirituales para las cuales fuimos creados”, finaliza el apóstol.
Fuente: Evangelicalfocus.com
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