Rohit es un cristiano migrante que vive en una de las ciudades más pobladas del sur de asia. Quien a pesar de los obstáculos de movilidad por el COVID-19, caminó más 1000 kilómetros para volver a su hogar y compartir la palabra de Dios a sus familiares y amigos.
Cuando comenzó el aislamiento social en 2020, millones de migrantes se encontraron sin trabajo y tampoco había acceso al transporte público para regresar a sus lugares de origen.
Por esa razón Rohit se vio obligado a tomar la decisión de caminar de regreso a su ciudad natal. Una distancia de más de 1000 kilómetros. A veces consiguió que lo llevaran durante tramos cortos, pero la mayor parte del camino la realizó a pie.
El cristiano migrante había sido evangelizado y quería compartir a Jesús con todos los demás, por lo que predicó la palabra de Dios a todos los que conoció en el camino. Y cuando llegó a casa, comenzó a evangelizar a familiares y amigos.
Hasta el momento, Rohit ya ha implantado 10 iglesias locales en varias aldeas y discipulado a muchos en la Fe. Permitiendo que los nuevos cristianos continúen la obra del Señor.
Fuente: Guiame.com.br
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