Un incendio forestal ha destruido la mitad de la superficie forestal y el 7% de la superficie total de la isla de Tenerife, España. El incidente comenzó la noche del 15 de agosto, entre los municipios de Arafo y Candelária.
Hasta el momento, 20 ciudades se han visto afectadas y más de 7.000 personas han tenido que evacuar sus hogares o buscar refugio temporal en polideportivos y otras instalaciones.
Fernando Clavijo, presidente de Canarias, comunidad autónoma de España, admite que todavía se necesitan varios días hábiles para controlar los incendios.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha declarado Tenerife zona de desastre.
El Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas (CSIC) ha expresado su preocupación por la posible pérdida de especies endémicas de plantas e insectos.
Según Protestante Digital, varios líderes de la comunidad misionera en Tenerife se sintieron entristecidos por la tragedia.
El párroco de la Primera Iglesia Bautista de Tenerife y secretario general del Consejo Evangélico de Canarias, Samuel Amador, habló de sentirse «decepcionado» e impotente al no poder reaccionar ante la «horrible devastación».
“Los canarios aman su tierra, tienen un gran respeto por la vegetación autóctona, cada isla tiene algo que la hace especial. Y en Tenerife el incendio destruyó lo que la hace especial”, afirmó el párroco.
Asimismo, Philippe Chevalley, pastor y ex miembro de la junta directiva del Consejo Misionero del área, expresó lo mucho que les afecta la situación a todos.
“Todos estamos tristes incluso sin que nos afecte directamente. Lo que se quema es, de algún modo, patrimonio de todos», dijo.
Benjamín Barba, de la Iglesia Evangélica de Santa Cruz de Tenerife y presidente de la ONG Kairós, denunció la «negligencia de las organizaciones en la conservación del bosque», “El incendio se produce principalmente en una zona boscosa. Hay personas que han desplazado ganado, campos de cultivo afectados y personas evacuadas por seguridad”, dijo.
El sitio Evangelical Focus aseguró que los líderes locales no reportaron ningún daño a las instalaciones de la iglesia, “Estamos preocupados por un próximo campamento, pero no tenemos noticias en este momento”, dijo el pastor Chevalley.
“Muchos hermanos y hermanas de las iglesias tuvieron que ser evacuados de sus hogares debido a la proximidad del incendio. Cada iglesia está realizando funciones de recepción y asistencia a los necesitados, cerca de las zonas más afectadas por el incendio”, informó el pastor Samuel.
Chevalley dijo que las respuestas iniciales al incendio de la comunidad evangélica de la isla fueron principalmente oraciones porque «es demasiado pronto para apreciar las dificultades que resultarán de esta tragedia».
“Pedimos a nuestros hermanos y hermanas de la península española que se unan a nosotros en oración para que esta catástrofe termine lo antes posible, y cuando termine debemos seguir orando por la recuperación de la flora y fauna perdida”, expresó.
Benjamin dijo que los vecinos de la isla acudieron a su iglesia en busca de ayuda, y que los creyentes están cubriendo en oración a otros territorios.
“Dios es el Creador del universo y ama su creación. Prometió un cielo nuevo y una tierra nueva, donde no habrá sufrimiento. Mientras tanto, nos toca a nosotros trabajar para recuperar estos bosques quemados”, afirmó Benjamín.
Chevalley expresó que tragedias como estas “causan un gran dolor pero también te hacen pensar y mirar al cielo”.
“Es hora de que los cristianos proclamemos la Buena Nueva de Jesús. Le pido a Dios que nos dé la sabiduría para hablar apropiadamente en este momento particular. Nuestra oración no es otra que que Dios convierta los corazones de piedra en corazones de carne para que conozcan a Él, el único Dios verdadero”, concluyó.
Fuente: Cbn.com
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