Vivir en disciplina basada en los principios bíblicos, ayuda a alcanzar una de las mejores metas, el ser discípulo de Cristo. La Palabra de Dios es la mejor herramienta para disciplinar en justicia, y enseñar a nuestros hijos para ser expresión de su hijo amado.
El pastor Charles Torres, en Life The Woodland, puntualiza que ser edificados en Cristo, garantiza estabilidad en todos nuestras áreas. Por lo tanto, la primicia de toda estabilidad está fundamentada en nuestra fe, porque sin fe nada de lo externo en nosotros es estable. Leer Colosenses 2:5.
“Estable como adjetivo es una persona que no se quebrante, está firme en la roca que es Cristo. Y como sustantivo es esa edificación que nos mantiene fijo en un punto. La estabilidad es una acción, de colocarnos en un lugar donde estemos firmes. Pero, en las sociedades actuales hay mucha inestabilidad, desorden y caos”, expresa Torres.
Agrega que de acuerdo a Proverbios 23:7, cuando queremos saber cómo es una persona, solo se debe mirar su forma de actuar. En este sentido, la manera como una persona se comporta en la vida, determina el estado de su pensamiento y de su corazón. Por otro lado, indica que hay tres principios en la vida del creyente para mantener la estabilidad.
Disciplina
El principio de la disciplina, cuando decidimos disciplinar a nuestros hijos, tiene que ver con el discipulado y con la enseñanza, no es con los castigos. Es decir, tener con ellos una conversación de enseñanza, la disciplina tiene que ver con el discipulado, porque la manera como se comportan los hijos es el reflejo de los padres.
“Los hijos deben tener los principios que los hijos fundamentan. Como padres necesitamos el principio de la disciplina, y para ello debemos tener una autodisciplina, enseñarnos a nosotros mismo. Es decir, un discipulado verdadero que es lo que Cristo desea para cada uno de nosotros, para tener una mente estable”, acotó Torres.
El pastor indica que Pablo y otros apóstoles de la iglesia primitiva, son ejemplos de disciplina, porque dedicaron la vida entera para el discipulado, y evidenciaron el fruto del trabajo realizado. Leer Colosenses capítulo 2.
“No puedes tener disciplina, si no eres estable, no puedes ser estable si no tienes disciplina. Para ser disciplinado debemos tener deseo de ser perfeccionado, para mejorar y llegar a la meta y la visión. Donde no hay disciplina hay riesgo de peligro y dolor, donde no se aplica este principio, hay problemas. No ser disciplinado te lleva al fracaso. La disciplina, es discipulado, de ser estudiante, enseñado y de querer conocer más para que lleguemos a la perfección del hijo amado. Por lo tanto, la disciplina requiere de dedicación”, destacó Torres.
Juicio
El principio del juicio, tiene que ver con la verdad y la fe, no puedes ser disciplinado si no tienes juicio, no puedes tener juicio si no tienes visión clara.
Torres, describe que se debe tener un juicio claro, porque la fe y la razón, es la que nos hace movernos en la vida. En este sentido, el juicio es el marco, la filosofía de la vida, la verdad, la fe que gobierna en nuestras vidas, define el camino, la asignación de vida.
“Cuando tienes un juicio claro eliminas cosas incorrectas, porque te da luz en la oscuridad, y la revelación es continua en tu vida. Si tienes juicios eres inquebrantable pase lo que pase, la mente está clara, sabes que vives en la realidad del hijo amado, viviendo una vida disciplinada, en Cristo. Si tienes juicio, fe y disciplina vivirás tu vida satisfecha, libre de estrés y enfermedades. Por lo tanto, debes definir con quién caminarás, correctas y emprenderás, define quién te va a discipular, para ser estable”, resaltó Torres. Leer 2 Corintios 3:5-6.
Gratitud
Principio de la gratitud, se vive en una sociedad donde no estás agradecido con nada. Debemos vivir una vida con gratitud y estar conciente que gratitud y decir gracias, es diferente.
“La gratitud es ser agradecido por los beneficios recibidos, esa gratitud en respuestas tiene una acción, una vida estable y una vida feliz. Tenemos que vivir agradecidos. Pero, estamos en una generación ingrata, y eso es porque no hay discipulado y revelación del hijo. Para tener juicio, necesitamos ser agradecidos, tener al hijo amado”, afirmó Torres. Leer Hebreos 11:28; 12:1-2.
Fuente: Noticiacristiana.com
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