Amanda Reece y su esposo Jason sobrevivieron a un incendio que por poco les cuesta la vida.
En medio de la noche, la madre de Amanda, Cristy Gilmer, se despertó con la necesidad de orar por alguien en peligro, aunque no sabía por quién.
La mujer soñó con un cuarto oscuro y estaba sofocada por el Calor. Le tomó poco tiempo acertar que estaba ocurriendo un incendio.
Amanda y Jason estaban atrapados por las llamas en su casa.
La mujer estaba buscando a su esposo, pero este había podido salir. Jason, al ver que no salía su esposa de la habitación, entró para buscarla.
Ambos pudieron salir por una ventana y dirigirse a la casa de unos vecinos.
Jason y Amanda presentaron afectaciones muy fuertes en su piel debido al fuego, pero el hombre se llevó la peor parte, ya que el 93 % de su cuerpo sufrió quemaduras de tercer grado.
Los médicos intentaron todo para salvarlo. Fue intubado y puesto en coma. Tenía una infección en la sangre, daño pulmonar y estaba en peligro de quedar ciego si sobrevivía.
Amanda dice que puso su esperanza en el Señor. «Tú eres el Dios de toda carne, lo has hecho. Te confío con él. Eso es mucho más grande que yo. Eso es mucho más grande que él. Te lo doy», dijo.
Dios respondió a las oraciones, y Jason despertó a las dos semanas, experimentando un ritmo de curación súper rápido.
Fuente: Bibliatodo.com
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