Una ley pro vida ha logrado que 10 mil vidas se hayan salvado desde septiembre del año pasado.
La ley en cuestión, como Texas Heartbeat Act (Ley del Latido del Corazón en Texas), hace que los médicos que realizan los abortos sean obligados a detectar los latidos del corazón antes de intervenir a la paciente, y si se logra percibir el latido del bebé se prohíbe de inmediato la interrupción del embarazo.
Las implicaciones políticas han hecho que quienes desean ponerle un alto a la efectividad sea nula, ya que dentro del texto no hay alguna otorgamiento de permisos para impugnarla ante tribunales; es por ello que se ha vuelto obligatoria y efectiva su aplicación.
Asimismo, la ley da la autoridad necesaria y justa para que se cumpla exclusivamente con los ciudadanos y también permite que los médicos que no cumplan con ella sean demandados.
En las seis semanas aproximadamente que los latidos de un bebé pueden detectarse a través de los procedimientos médicos adecuados.
Según Christian Headlines, un portavoz de Derecho a la Vida de Texas, estimó que entre “10.000 y 13.000” vidas fueron salvadas gracias a esta ley desde que entró en vigor el 1 de Septiembre del año pasado.
Además, sus expertos también calculan que unas 100 vidas también se salvarían por día.
Aun así, los proveedores de servicios de aborto en Texas como Whole Woman’s Health, afirman que aún están trabajan en ese sistema dentro de las medidas
Ante los múltiples esfuerzos de la administración Biden en bloquear la ley, el Tribunal Supremo rechazó todas las peticiones emitidas que deseaban continuar con la cantidad de abortos desmedidos en EE.UU
Fuente: Christianheadlines.com
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