Una joven cristiana norcoreana tuvo que hacer un viaje de 4.828 kilómetros cuando todavía tenía 17 años, saliendo de Corea del Norte, hacia su libertad, porque quería adorar a Dios.
Sookyung Kang compartió su historia de fe, señalando que todo comenzó cuando se enfrentó a una elección común a muchos cristianos a lo largo de la vida.
¿Dejarías a tu familia, tu hogar, tu tierra natal para adorar a Dios, o permanecería bajo la tiranía en Corea del Norte?
“¿Qué debo hacer, Dios? Quiero poder soñar. Quiero vivir la vida que elegí. Pero no quiero dejar a mi familia. ¿Qué debo hacer? ”, Recordó. “Al final, elegí mis sueños y mi libertad”.
Kang vivía en la provincia de Ryanggang de Corea del Norte, en la frontera norte del país con China.
Los norcoreanos en la frontera china a menudo recurren al contrabando para comer, según informa The New York Times.
La batalla constante contra el hambre es la forma que tiene el gobierno de Corea del Norte de garantizar que la gente nunca piense en ser libre, dijo.
«Debido a que no satisface las necesidades básicas de alimentación, sueño y seguridad, el sistema te obliga a concentrarte solo en satisfacer esas necesidades», dijo.
El grupo que más odia el Partido Comunista de Corea del Norte son los cristianos, dijo.
Mientras el régimen intenta mantener el control convenciendo a la gente de que sus líderes son dioses, ellos temen a la gente que no los adoran.
«Creo que el Evangelio trae libertad a todos, pero Corea del Norte rechaza la libertad y no permite que la gente piense libremente», dijo.
«Este es un régimen que teme a la religión, que teme al cristianismo», dijo
“La mitad norte de Corea fue una vez el lugar de nacimiento de la Iglesia Presbiteriana de Corea. Cuando el régimen de Kim tomó el poder, el cristianismo fue aniquilado con un prejuicio extremo.
Los norcoreanos deben participar en sesiones semanales de formación ideológica y creer que Kim Il Sung y Kim Jong Il son eternos”.
Kang dijo que el arresto de su tío, un misionero cristiano en Corea del Norte, sirvió para abrirle los ojos sobre la dictadura en el país. Fue sorprendido compartiendo el Evangelio y encarcelado por ello.
En 2011, Kang inició su viaje. Cruzó la frontera con China y se reunió con miembros del equipo de Liberty, quienes la ayudaron a evitar a la policía y también a los traficantes de camino a Corea del Sur.
Si los chinos encuentran desertores norcoreanos, los capturan. y los devuelven a Corea del Norte para ser castigados. Cuando Kang llegó a Corea del Sur, finalmente celebró su libertad para adorar a Dios.
“Pude adorar y alabar como quería en Corea del Sur. Estaba muy agradecido por esa libertad. Mi corazón estaba lleno de gratitud”, dijo. «No creo que vine a Corea del Sur sin un propósito».
Kang dijo que planea realizar estudios de posgrado en Estados Unidos para que cuando Corea del Norte se abra al mundo, pueda ayudar a reconstruir su nación.
«Me estoy preparando para esto», dijo. “Esta es mi visión. La libertad es expresar tu fe”.
Fuente: acontecercristiano.net
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